pues sí, estas son mis miserias! siempre podéis pasar de leerlas, ni es necesario que opinéis. es como: "las escribo para que no se me olviden".
hace 24 horas estaba montada en un avión, volviendo de un fugaz finde en london -os he dicho alguna vez lo mucho que adoro esa ciudad?- siempre que puedo me siento al lado de la ventanilla y me paso el viaje mirando hacia abajo, aunque la mayoría de veces me duermo antes de despegar... ayer, acabada de despertar de una de las muchas veces que me dormí, miré por la ventana y vi lucecitas, núcleos de vida allá abajo, tan pequeños, tan repartidos, en ocasiones tan lejanos unos de otros. y sentí aquello que he sentido otras tantas veces, ganas de salir corriendo. no del avión, sino de mi vida. cuando uno no se siente a gusto con el día a día a pesar de tenerlo casi todo, emergen esas ganas de irse. a dónde? no lo sé. cuando estoy fuera de casa, me muero de ganas de volver, y cuando ya estoy en casa quiero irme. salir corriendo, sin saber a donde ir. es tan impotente esa sensación! sigo con el rollo de la última entrada: qué quiero? y donde está?
hace años volando hacia las vegas, me sobrevino una inquietud que podría cualificar de estúpida. las vegas está en mitad de la nada, hay una gran, gran, gran calle, o avenida, el famoso strip. bien, las vegas se expande a ambos lados del strip, y luego? luego nada, hay una última casa, y delante de esa última casa hay kilómetros y kilómetros de extenso desierto. la nada. pensé: "y si hay que salir corriendo, a donde vas?" como si vivir entre mar y montaña te garantizara tener algún sitio al que ir! tienes las mismas opciones cruzando un desierto que subiendo a una montaña. pero eso pensé, que alrededor de las vegas no había nada, y que más les valía a sus habitantes, no necesitar huír.
volé a las vegas desde los angeles. creo que pasé ahí unos cinco días. el jet lag me llevaba frita. me pasaba las noches en vela. me costaba la vida dormirme -aunque una noche me dormí viendo en directo el último capítulo de la 3 o 4 temporada de lost, tiene delito!- recuerdo dar la hostia de vueltas en la cama y acabar levantándome, irme a la ventana, mirar afuera, hacia la noche, siempre se oía a alguien tocar el saxo. y allí estaba yo, de pie delante de la ventana, mirando la ciudad, escuchando el saxo, preguntándome qué estarían haciendo las personas al otro lado del mundo. y sólo pensaba en salir corriendo. al menos en las vegas tenía otra preocupación, las ventanas del hotel no podían abrirse, y me asaltaba la duda: "y si me agobio y necesito respirar aire fresco? -por decirlo de alguna manera- antes de llegar a la calle tengo que recorrer medio hotel!" y el hotel era tan extenso como todo tarragona.
habrá alguien en el mundo que piense las mismas chorradas que yo?
el viernes por la noche, mis padres se fueron a cenar a "el viajante" un restaurante de nouvelle cuisine perdido en londres. lo de perdido lo digo por qué un restaurante de esa clase está como desubicado en la zona en la que está... a mi esa clase de comida me deja completamente indiferente, partiendo de la base que hay muchas cosas que no me gustan, hablo de los ingredientes, aunque el precio de esos menús de degustación tampoco son de mi agrado. dejé a mis padres en la central line -la roja- y me fui hacia bayswater. pillar el metro sin perderme, pasear por queensway yo sola, como si fuera algo que hiciera todos los días de mi vida, ir a comprar la cena y volver a pillar el metro para ir al hotel... jugué a imaginar que aquello era mi vida, que yo vivía allí, que aquella era mi calle, mi ciudad. casi lloro de la emoción. pero no podría hacerlo, no soy de los valientes que cojen y se largan a vivir a otro lado, a empezar una vida desde cero. pero quizás esas dos preguntas, "qué quiero? y donde está?" tengan esa respuesta. lo que quieres está en otro lugar.
~ queensway de mis amores ~ |