lunes, 16 de enero de 2012

salir corriendo.

habrá quien creerá -yo lo hago- que un blog no es sitio para desahogar las propias penas. vete a un psicólogo, túmbate en un diván y llora, o escribe un libro camufladamente autobiográfico, siempre negándolo todo, cambiándole el nombre a la prota y el color de su pelo. pero publicarlo en un blog? para que todo el mundo sepa que estas miserias son tuyas, sí o sí...?
pues sí, estas son mis miserias! siempre podéis pasar de leerlas, ni es necesario que opinéis. es como: "las escribo para que no se me olviden".
hace 24 horas estaba montada en un avión, volviendo de un fugaz finde en london -os he dicho alguna vez lo mucho que adoro esa ciudad?- siempre que puedo me siento al lado de la ventanilla y me paso el viaje mirando hacia abajo, aunque la mayoría de veces me duermo antes de despegar... ayer, acabada de despertar de una de las muchas veces que me dormí, miré por la ventana y vi lucecitas, núcleos de vida allá abajo, tan pequeños, tan repartidos, en ocasiones tan lejanos unos de otros. y sentí aquello que he sentido otras tantas veces, ganas de salir corriendo. no del avión, sino de mi vida. cuando uno no se siente a gusto con el día a día a pesar de tenerlo casi todo, emergen esas ganas de irse. a dónde? no lo sé. cuando estoy fuera de casa, me muero de ganas de volver, y cuando ya estoy en casa quiero irme. salir corriendo, sin saber a donde ir. es tan impotente esa sensación! sigo con el rollo de la última entrada: qué quiero? y donde está?
hace años volando hacia las vegas, me sobrevino una inquietud que podría cualificar de estúpida. las vegas está en mitad de la nada, hay una gran, gran, gran calle, o avenida, el famoso strip. bien, las vegas se expande a ambos lados del strip, y luego? luego nada, hay una última casa, y delante de esa última casa hay kilómetros y kilómetros de extenso desierto. la nada. pensé: "y si hay que salir corriendo, a donde vas?" como si vivir entre mar y montaña te garantizara tener algún sitio al que ir! tienes las mismas opciones cruzando un desierto que subiendo a una montaña. pero eso pensé, que alrededor de las vegas no había nada, y que más les valía a sus habitantes, no necesitar huír.
volé a las vegas desde los angeles. creo que pasé ahí unos cinco días. el jet lag me llevaba frita. me pasaba las noches en vela. me costaba la vida dormirme -aunque una noche me dormí viendo en directo el último capítulo de la 3 o 4 temporada de lost, tiene delito!- recuerdo dar la hostia de vueltas en la cama y acabar levantándome, irme a la ventana, mirar afuera, hacia la noche, siempre se oía a alguien tocar el saxo. y allí estaba yo, de pie delante de la ventana, mirando la ciudad, escuchando el saxo, preguntándome qué estarían haciendo las personas al otro lado del mundo. y sólo pensaba en salir corriendo. al menos en las vegas tenía otra preocupación, las ventanas del hotel no podían abrirse, y me asaltaba la duda: "y si me agobio y necesito respirar aire fresco? -por decirlo de alguna manera- antes de llegar a la calle tengo que recorrer medio hotel!" y el hotel era tan extenso como todo tarragona.
habrá alguien en el mundo que piense las mismas chorradas que yo?
el viernes por la noche, mis padres se fueron a cenar a "el viajante" un restaurante de nouvelle cuisine perdido en londres. lo de perdido lo digo por qué un restaurante de esa clase está como desubicado en la zona en la que está... a mi esa clase de comida me deja completamente indiferente, partiendo de la base que hay muchas cosas que no me gustan, hablo de los ingredientes, aunque el precio de esos menús de degustación tampoco son de mi agrado. dejé a mis padres en la central line -la roja- y me fui hacia bayswater. pillar el metro sin perderme, pasear por queensway yo sola, como si fuera algo que hiciera todos los días de mi vida, ir a comprar la cena y volver a pillar el metro para ir al hotel... jugué a imaginar que aquello era mi vida, que yo vivía allí, que aquella era mi calle, mi ciudad. casi lloro de la emoción. pero no podría hacerlo, no soy de los valientes que cojen y se largan a vivir a otro lado, a empezar una vida desde cero. pero quizás esas dos preguntas, "qué quiero? y donde está?" tengan esa respuesta. lo que quieres está en otro lugar.


~ queensway de mis amores ~

sábado, 7 de enero de 2012

pensamientos estúpidos de la crisis de los 33

imaginaros lo desubicada que me siento que no han pasado ni 24 horas desde mi última entrada, con lo perra que soy! pero mi sistercilla me ha dicho que vomite, y bueno, voy a vomitar públicamente, a ver si entre toda la mierda que saque, encuentro las respuestas.
simplifiquemos:



sí? pues ahora cambiemos muelle por minutos. y voilà! tenemos una idea aproximada de lo que siente pin que está haciendo con su vida. tirarla por el retrete. y no por qué no sepa qué tengo que hacer con mi vida, que lo sé, solo que lo aplazo y lo aplazo y lo vuelvo a aplazar ♫♬♫♬ y ya son cuatrocientos cuarenta mil trillones de minutos que el retrete se ha tragado! ♫♬♫♬
veamos. pongamos en orden las ideas, que son muchas, y puede parecer que algunas no tienen nada que ver, pero no es así.
- en 13 días cumplo 33 -dios que pavor!- ergo, tengo la crisis de los 33, que no sé si existe, pero me la invento y me quedo más a gusto que un arbusto.
- me aburro. bueno en realidad no me aburro, es solo que tengo mucho tiempo libre y lo empleo en pensar, sí, pensar. normalmente la mayor parte del tiempo no pienso, y entonces el resto del tiempo, pienso el doble. es un poco raro, pero me viene de serie, lo de ser rara, digo.
- una de las cosas que pienso es que para paliar mi crisis de los 33 -aquí unimos los puntos uno y dos- quiero aprender a tocar el bajo. para que os hagáis una idea, no sé tocar ni el triángulo, pero oye, nadie nace enseñado. se lo cuento a una amiga y me dice "en serio vas a tocar el bajo?? eso es raro." no he dicho que vaya  a hacerlo, solo que quiero hacerlo! seguramente se quedará en una idea... digamos que es fácil que lo acabe aplazando. bien, por donde vamos? ah sí! mi amiga me dice que es raro que ahora quiera aprender a tocar el bajo. no es ahora, es algo que viene de más atrás. le explico por qué. ahí va una de las rayadas de pin: para mi, el sonido de cualquier instrumento te rodea y luego penetra en ti -sí, como la Fuerza- pero el bajo no, el bajo entra directamente a las entrañas y de ahí se expande por tu cuerpo. vamos a hacerlo más físico, más tangible. agarra un bate y golpea a alguien por toda su anatomía, eso es cualquier otro instrumento. agarra un cuchillo y clávaselo en el abdómen, eso es un bajo. es una locura de comparación, verdad? soy pin, qué quereis?
- para demostrarle a mi amiga que eso viene de tiempo atrás, le pongo una canción de guns n' roses "rocket queen" donde el bajo se oye perfectamente al inicio de la canción. y al escuchar otra vez "rocket queen" después de tantos años sin oírla, me vienen a la mente muchos recuerdos. me río, me emociono, me vuelvo a reír y luego me paro a pensar. qué he hecho desde entonces? nada! mi vida es una succesión de minutos tirados por el retrete! 
se vislumbra ante mi, una carrera de obstáculos. voy a coger impulso para echar a correr aunque no tenga ni puta idea de donde me va a llevar esa carrera.