miércoles, 6 de mayo de 2015

mi madre la gordófoba

ayer cuando me monté en el coche de mi madre vi que había un folleto de publicidad de un centro de estética en el que trabaja una conocida mía y mi humor cambió. me preguntó mi madre qué tal mi brazo -pues el domingo me caí- y justo le acabé de contar lo que me habían dicho en el centro médico, me salió con el tema de mis -muchos- kilos de más. 'he ido a ver a tu amiga vanessa y me ha contado que donde trabaja ahora hacen tratamientos de bla, ble, bli...' yo ya había dejado de escuchar, inspiré profundamente y le di gracias al universo porque en ese instante llegó un wathsapp y tuve algo con que entretener mi cabeza y mis ganas de mandarla a paseo a ella y a todos los super mega chupis tratamientos para adelgazar a los que no tengo intención de someterme.
ni decir tiene que no le contesté y ella tuvo que cambiar de tema.
ya estoy hasta el coño y más allá de que mi madre saque el temita de los cojones cada dos semanas: 'quieres que cuando venza un dinero que tengo en el banco vayamos a nosédonde a que te quiten los michelines de la panza?' 'has visto esas fotos que tu prima mercè ha colgado en facebook? esas en las que hace ese ejercicio que hace quemar mucha grasa en poco tiempo? quieres que vayamos a preguntar?' y así, constantemente. cuantas veces tengo que decirle que no? que si quiere hacerme feliz, si quiere gastar su dinero en mi, me pague un viaje?
a caso mi madre es una persona gordófoba? estoy empezando a pensar que mi madre me odia, o se avergüenza de mi, porque no logro explicarme porque ese empeño constante en un tema que a mi trae sin cuidado.
por no mencionar que cada vez que como a su lado -que afortunadamente sólo ocurre los fines de semana- la cosa va así: 'haz trozos más pequeños, así te parece que comes más' 'come más despacio' 'te vas a servir otro plato, de verdad?' 'para qué quieres pan?'
y llegará el día, en que se me hincharán las narices y me enfadaré y le diré -gritando- que estoy hasta el coño de este tema, y que no vuelva a mencionarlo jamás de los jamases, que si estoy gorda es mi puto problema y que la única solución para mi es dejar de comer, porque me encanta comer y soy feliz comiendo y me harto de llorar -de pura rabia- cuando tengo que pesar 40 gramos de lechuga y 20 gramos de pollo, cosa que, dicho sea de paso, no voy a hacer nunca más.
y entonces se enfadará porque claro, ella sólo quiere lo mejor para mi, quiere que sea delgada y así poder encontrar un novio. no entiende mi madre que no tengo que perder 30 kilos para encontrar un novio. y todo será culpa mía. por haberle gritado a mi madre.
y a parte de gorda, seré mala.
gorda y mala.