mentiras que me contaron

odio las mentiras, quizás las odio porque no sé contarlas y si yo no puedo mentir, no puede mentir nadie, hombre ya!! no, es coña, que mienta quien quiera, allá cada cual con las consecuencias! luego haréis llorar a la gente y ah! entonces qué? no vale arrepentirse!
bueno, a qué viene esto? antes que nada aclaraciones: que nadie se sienta identificado por esta entrada, me voy a centrar en dos mentiras muy concretas y que sucedieron más de 10 años atrás, de esas dos persona que me las contaron una sé al 100% que no va a leer esto, pues ya murió y la otra persona estoy bastante segura de que no sabe que tengo un blog, ni tan siquiera tiene una cuenta de facebook, así que todos los que tenéis cuenta de fb quedáis automáticamente eliminados. paso de malos entendidos, sí? ale pues.

~la gente quiere honestidad pero se ofenden si les dices la verdad,
entonces: debo ofenderte con la verdad o te miento por educación?~

como decía, odio las mentiras, di siempre la verdad aunque duela, sólo dolerá una vez! aunque las mentiras a las que me voy a referir no dolieron, quizás por el hecho de que tardé muchos años en darme cuenta de qué iba en realidad esa patraña. debo reconocer que o soy muy cateta o la gente es demasiado sutil, vamos a ver, si me quieres decir algo, dímelo! no te inventes una historia para hacerme pensar, de verdad, pensar no es lo mío. y a parte, obtendrás el efecto contrario al deseado. quieres que cambie? dímelo, no te inventes que alguien ha dicho que soy una pésima persona, porque lejos de ir a cambiar lo que haré será comerme la cabeza intentado averiguar quien ha dicho tal cosa, efectividad cero! crees que pasamos demasiado tiempo juntos y no sabes como decirme que quieres que te deje tranquilo? no te inventes que alguien va diciendo que tengo un rollo contigo para alejarme, porque no lo conseguirás. y luego llega el glorioso día, meses, incluso años después en que me doy cuenta, fíjate tu lo lenta que soy, de qué era lo que en realidad trataban de decirme. no puedo echarles nada en cara, me río y sigo cagándola porque yo soy así de espléndida y no sé ser de otra manera. lo digo de verdad, la mentira no lleva a ningún lado, y menos a mi, conmigo hay que ser directo y dejarse las chorradas a un lado, me fastidiará, seguro que sí, pero seguramente tendréis más éxito que si os vais por las ramas de un árbol centenario.